sábado, 16 de enero de 2016

Sacerdocio

SACERDOCIO

1 Pedro 2: 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios.

Una de los atributos que recibimos a través de la sangre de Jesucristo es el ser Sacerdotes. Más de dos mil años después, pocos son los que entienden la posición del sacerdocio, caminan bajo la luz de esa verdad y gustan de la poderosa labor que se nos otorga.

La razón por la que es de gran importancia este tema hoy dentro de nuestra doctrina fundamental, es porque:
  No solo 1) se le atribuía esta identidad a aquellos que tenían más cercanía con Dios (Sacerdocio del orden de Melquisedec y del Levítico), sino que 2) se nos atribuye a la iglesia en el presente (La comunidad de los santos), y aún más 3) se nos demanda en la era venidera con el regreso de nuestro Mesías en Israel. Es decir, debemos saber qué es y qué hace un sacerdote, porque debemos vivir como tales hoy y prepararnos para serlo durante el reinado milenial de Jesucristo.

Apocalipsis 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios..

Apocalipsis 5: 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.


¿Qué es, que hacía y hace un sacerdote?

Un sacerdote era y es una persona consagrada (apartada del común denominador de la sociedad) para vivir una vida, según los estándares bíblicos, en santidad y dedicada a Dios. Estos están se abstienen de muchas cosas que la gente normal no se abstendría con el fin de agradar a Dios.

Una de las razones más importantes por la que ellos viven bajo verdaderas restricciones, es porque un sacerdote tiene como labor interceder ante Dios por los demás hombres. Su labor de intercesión será tan efectiva como lo haya sido su integridad y santidad delante de Dios.

Eran las personas con mayor cercanía al corazón de Dios, y eran usados por El principalmente para comunicar al pueblo su voluntad. También enseñaban a los hombres la palabra de Dios y oficiaban sus sacrificios para el perdón de sus pecados.

Eran simples siervos de Dios pero con una labor extraordinaria que requería su total entrega, pureza y devoción. Debían ser humildes, temerosos de Dios y conocedores de su función responsable como intercesores.

También el resto del pueblo debía proveerles de todo lo necesario para que ellos pudieran estar dedicados a ese trabajo sin necesidad de buscar otra labor que les sustentara.


Exodo 19: 6 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.


En el pasado Dios se vio forzado a elegir a una sola tribu, Leví dentro de las 12 pero su deseo inicial, y aún lo es, era hacer de TODO ISRAEL UNA NACION DE SACERDOTES. Ellos se asustaron al ver de cerca la presencia de Dios y pidieron estar más distantes para que Moisés y otras personas más cercanas a Dios les comunicaran lo que ellos podían oír y ver en la cercanía. 

Ellos no quisieron pagar el precio de consagración por lo tanto Dios usó a aquellos que si lo deseaban, por ello los levitas y más específicamente a la descendencia de Aarón fueron levantados y apartados por Dios para ministrarle a El mismo y luego al pueblo.

Hoy en día no es muy diferente, todos somos llamados a ser cercanos de Dios pero son pocos los que pagan el precio para permanecer allí. El precio es muy alto y para mí se resume en lo que dijo Jesucristo: “El que quiera seguirme debe tomar su cruz y venir en pos de mi”, Dios nos transforma en su cercanía y comenzamos a morir a nosotros mismos para que literalmente viva El en nosotros. 

En la actualidad el precio que debemos pagar es vivir la vida que Jesús enseñó en el sermón del monte, un sacerdote del siglo XXI debe vivir y hasta memorizar Mateo 5-7, tres capítulos de fundamento y claridad sobre la roca.

Un verdadero sacerdote aprende que la obediencia a Dios está por encima de una emoción o un bonito sentimiento. Las labores que ellos debían hacer la mayoría del tiempo no era deleitosa e involucraba cumplir con su turno, paciencia y sangre, algo nada divertido y todo debía hacerse bajo unas reglas y un orden muy rígido que debían conocer a perfección. Por ello un verdadero sacerdote aprende que la obediencia a Dios está por encima de una emoción o un bonito sentimiento.

Ejemplos de la labor sacerdotal específicamente en la intercesión tenemos cada oración registrada en la biblia, ya sea que haya sido hecha por los profetas, los apóstoles o aún Jesús mismo.

Algunos versos realmente impactantes son estos: Isaías Cap 6, Daniel Cap 9. Juan 17, Apocalipsis 8. Nos muestran el impacto de la intercesión en los cielos y la tierra siendo la herramienta principal que Dios utiliza y utilizará para unir el cielo y la tierra en una sola voluntad.

Un intercesor no pide lo que quiere como un capricho personal, sino lo que sabe que Dios quiere traer sobre la tierra y necesita que alguien desde la tierra se alinee con El.

Dios necesita verdaderos sacerdotes que entiendan cual es su identidad y vivan para interceder soltando en la tierra las cosas que Dios está soltando desde los cielos. (Mateo 18:18)

Jesús resucitó y lleva más de dos mil años intercediendo por la creación.

 Hebreos: 7: 24-25 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.


El impacto de la intercesión en los días del regreso del Hijo del Hombre causará fenómenos naturales, que traerán los juicios del Señor sobre la tierra.
 Apocalipsis 8: 2-5 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. 


Es por eso que somos la novia de Cristo. Somos aquellos que pueden caminar al mismo ritmo que Jesús en oración y clamor por su justicia para que la realidad de su reino fluyendo sobre la tierra.

No hay un llamado más alto sobre la tierra, no hay servicio más elevado que ser la voz de Dios en la tierra que trae orden al desorden, y luz en las tinieblas. Interceder es alinearse con Dios y eso hace un sacerdote. 



También en la era milenial habrá intercesión porque sino ya no se necesitarían sacerdotes, y somos Reyes y Sacerdotes. Tenemos autoridad para gobernar y para interceder por aquellos sobre los que tendremos autoridad.

Un verdadero sacerdote es la ayuda idónea de Dios sobre la tierra. Aceptemos el reto y seamos protagonistas junto a El, en los detalles de la historia de esta era, pues están por escribirse.

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