jueves, 26 de febrero de 2015

La ofensa, el pecado contra el cuerpo de Cristo

La Ofensa
"El pecado contra el cuerpo de Cristo"


Lucas 17: 1-6
17:1 Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! 2 Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. 3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. 4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. 

17:5 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. 
17:6 Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.

Días anteriores, Jesús mando a un grupo grande de sus discípulos, a sanar enfermos, sacar demonios y predicar a los pueblos. Ellos fueron sin problema, y regresaron con asombro por las señales que les acompañaron. Para hacer milagros, liberaciones, y sanidades no pidieron que se les aumentara la fe.. (Lucas 10)

Hay una mayor fe, que se necesita para no sólo sanar enfermos, y hacer milagros. Se necesita una gran fe para perdonar a los demás las ofensas que nos hacen.

Dios está buscando algo más que instrumentos haciendo sus señales aquí en la tierra, El quiere corazones conforme al suyo, detrás de cada obra milagrosa. El Señor está requiriendo de nosotros, una atmósfera de unidad y armonía, donde el pueda enviar su bendición y vida eterna (Salmos 133).

Sólo aquellos que tengan la conciencia en paz, no sólo con Dios, sino con el prójimo, podrán disfrutar de la paz y el gozo, que El promete para aquellos con un corazón como el de El.

Jesús cuando fue escupido, insultado, golpeado y crucificado, nunca perdió la pureza e inocencia de su corazón. El dijo “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”. En El no existió deseo de venganza, impotencia, ni rencor hacia aquellos que desprendían la vida de su cuerpo; El sólo dijo: No saben lo que hacen. 

La gente que te ofende a ti, realmente no sabe lo que hace; incluso tú y yo cuando ofendemos a alguien, lo hacemos porque no sabemos lo que estamos haciendo.

Lucas 18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? 

Jesús continuó enseñando acerca de la insistencia en la oración, pero finaliza con una célebre frase, “¿Hallaré fe en la tierra cuando regrese?”. Por supuesto el no se refiere a la fe para sanar enfermos, y para hacer milagros que dejen asombrados a los hombres; El se refiere a la fe de la que sus discípulos, minutos antes le habían pedido un aumento.

Proverbios 18:19
El hermano ofendido es más tenaz
que un castillo fuerte,°
Y los litigios entre hermanos son
como cerrojos de fortaleza.
ºEs decir, es tan difícil de convencer como conquistar una fortaleza.

No hay nada más difícil de pasar que, el muro levantado por aquel cuyo corazón está ofendido. El Señor está más interesado, en que tú y yo cuidemos nuestras relaciones, a que oremos intensamente. 

Recuerda la autoridad de la iglesia está en la unidad, y no en su insistencia, que muchas veces es egoísta.


2 Corintios 2:10-11

10 Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, 
11 para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.

La forma principal en la que el enemigo sutilmente gana terreno en nuestras vidas, es cuando nos permitimos tener un corazón ofendido, y vivimos sin perdonar a nuestros hermanos sinceramente. Somos llamados por Pablo a no ignorar esta maquinación del diablo.


Mateo 5: 21-22 el espíritu de asesinato.
5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 

1 Juan 3: 15.
Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida;

En varias ocasiones, tú y yo podemos encontrarnos intercediendo para que cesen muertes, y retrocedan los espíritus que las provocan, pero si tú y yo tenemos algún tipo de alianza, en lo espiritual con estos, muy difícilmente nuestra oración tendrá algún efecto. 

Aquel que se enoja, u ofende a su hermano, está permitiéndole trabajar en su corazón, a los mismos espíritus que operan detrás de los actos homicidas. En menor escala por supuesto, pero es el mismo espíritu que esta tomando territorio en nuestras vidas, si nosotros se lo permitimos.

¿Qué autoridad puede tener alguien con un corazón ofendido, para interceder por un país donde reinen los actos brutales, de agresividad y muerte? Creo yo que ninguna. 


Mateo 27-28 el espíritu de adulterio.
5:27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 
5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 

De igual manera aquel que cede, un pequeño territorio en su corazón para los deseos sexuales, ¿como podrá orar en contra, de estos demonios que operan con lujuria y lascivia?


Al tener parte con algún pecado de estos, no solo quedamos expuestos al infierno, sino que entramos en alianza con los espíritus diabólicos que se mueven detrás de todo esto, por ende perdemos autoridad, para gobernar sobre ellos como iglesia.


2 Timoteo 2: 3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente


¿Cómo oraremos en contra de estos principados y potestades espirituales de maldad si estamos viviendo y actuando en acuerdo con ellas?

La misma pregunta que salió de los labios del salvador del mundo, sigue latente hoy
 ¿Hallará en su regreso, una fe que no guarda rencor, ni se ofende?. Porque esa es la que El quiere encontrar, cualquier otra, por parecida que sea, es una falsificación.


El Señor necesita una iglesia que viva y se mueva en autoridad, para lo que El quiere hacer con ella al final de los tiempos. No podemos seguir colando el mosquito, y tragándonos el camello, Jesús quiere que maduremos y prosigamos a la meta.

jueves, 19 de febrero de 2015

La Verdadera Sanidad

Sanidad interior


ISAIAS 61:1-2
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;

El Mesías de Israel traería el cumplimiento de todo esto a su pueblo. Israel completo esperó, y aún espera ver al hombre que sanará toda dolencia, y le dará vida por la eternidad en justicia y santidad. 

Lucas 4: 16- 18
 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos

Jesús puesto de pie leyó el texto de Isaías, y se atribuyó el cumplimiento completo de la profecía. Misteriosamente El se detuvo en la mitad del verso 2 por una razón muy clara, Jesús en su primera venida no manifestaría el día de su venganza. Lo que quiero decir, es que Jesús leyó sólo lo que El sabia que era el propósito de su venida hace dos mil años, porque será en su regreso como Rey y Juez de la Tierra, que la profecía de Isaías 61, el capítulo entero, será una realidad tangible entre nosotros.

Lo que me inquieta hoy, y es el punto que quiero enfatizar es que aún nosotros como iglesia, no hemos experimentado de manera personal, la plenitud de lo que esa primera venida significó; es muy fácil decir o analizar con el intelecto la verdad de qué Jesús hizo y está haciendo, pero la realidad es que muy pocas personas colocan su corazón en el lugar, donde las manos de Jesús pueden sanarlo, librarlo y restaurarlo. 

Estamos hablando de mucho más que un pensamiento teológico e intelectual; es posible que comience en nuestra mente el concepto de quién es Jesús, lo que vino y quiere hacer en nuestros corazones, pero nosotros estamos llamados a experimentar de manera profunda la restauración de nuestras vidas, y eso debe convertirse en el centro de nuestras oraciones.
Es decir, somos escogidos por El, no sólo para conocer intelectualmente quién es Jesús, sino para sentir en nuestro corazón la llenura de este hombre. Su sanidad interior en nuestras vidas. Es sólo allí donde nuestras vidas cambian y pueden dar un vuelco de 180 grados.

Si ni siquiera conocemos, ni hemos experimentado en nuestro corazón la razón por la que Jesús vino, jamás entenderemos la razón por la que volverá, ni mucho menos estaremos listos para ese Glorioso día.

Es necesario que tú y yo, seamos parte del remanente que experimentará en sus vidas la sanidad completa del corazón, para que comprendamos y anhelemos junto al Espíritu la venida del Señor con la misma motivación.

Aquellos que más experimenten la restauración de su corazón, al diseño original como fueron en el jardín del Edén, serán quienes valoren y amen Al Señor, lo suficiente como para dar sus vidas, y preparar el camino para su regreso. Estos serán capaces de enfrentar mentes religiosas y estructuras frías, que obstruyen a los hombres el experimentar el reino de los cielos en sus corazones.

El sólo conocer el corazón de Jesús sana el nuestro. 
Jesús dijo: “Y conocerán la verdad y la verdad os hará libre”, como sólo El es la verdad el camino y la vida, entonces conocerle por medio de su Espíritu Santo, llevará nuestro corazón a una real y eterna libertad.


Romanos 8: 28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.


Existen un sin número de ocasiones, en las que hemos sido dañados por el mundo que nos rodea; tú y yo sufrimos desde el momento de nuestro nacimiento el rechazo, desprecio y la incomprensión de los que nos rodean. Aún sin darnos cuenta algunas de estas heridas necesitan de la sanidad del Espíritu Santo, y si tú y yo queremos alcanzar la verdadera felicidad, ésta se encuentra sólo en la total sanidad y libertad que Dios proveyó en la cruz, el perdón y la sanidad de nuestras almas.

¿De qué tenemos que ser sanos?
- Raíces de rechazo.
- Carencias afectivas. 
-Ser subestimado o menospreciado.
-Condenación.
-Falsos valores.

Sería muy extenso hablar de estos temas, pero si comenzamos entendiendo que aún los conflictos, y heridas que se nos ocasionaron fueron controladas y permitidas por Dios mismo, la raíz de nuestra ofensa no está en quien nos la infringió, sino en Dios quien lo dejó ocurrir así. 

Y es imposible que alguien nacido de nuevo, se encuentre conscientemente ofendido con Dios por un tiempo prolongado; aún Job se mantuvo firme en bendecir al Señor, dándole gracias no sólo por lo bueno, sino también por aquellas cosas que al presente no consideraba convenientes para su vida.

Creo que si tú y yo llegamos a comprender, que a pesar de lo oscuro de nuestro pasado, Dios estuvo allí, entonces entenderemos que aún eso Dios lo usará, pues se ha convertido en una situación importante, que nos puede catapultar hasta nuestro destino profético en Jesús. Es decir, Dios nos usará basado en las experiencias dolorosas de nuestro pasado (Las que le hayamos dejado sanar), no sólo para madurarnos, sino para impactar las vidas de los que nos rodean.


Los de limpio corazón verán a Dios. Mateo 5: 8

No es solo una promesa futura que será manifiesta cuando Jesús regrese, sino también la esperanza en esta era, de que aquellos quienes dejen que El Señor les limpie y sane su corazón, serán capaces de verlo en cada detalle de sus vidas.

Que tremenda promesa: “Si tú y yo dejamos que Jesús sane y limpie nuestro corazón, le veremos cada segundo de nuestra vida, porque El siempre trabaja”



Limpia mi corazón Señor, porque sólo así podré verte!

lunes, 16 de febrero de 2015

¿Cuál es mi propósito en la vida?

¿Cuál es mi propósito en la vida?

Una de las características de las personas triunfadoras es que sus metas son grandes, siempre tienen una amplia expectativa de lo que alcanzarán y recibirán. El tamaño de tu visión será el techo con el que te encontrarás siempre. Si apuntas hacia atrás es imposible que dispares hacia delante.

El propósito es otorgado por el creador.

Si tienes algún problema con tu reloj, de seguro no vas a ir a la tintorería para que lo reparen o te enseñen a usarlo, la persona más indicada para resolver cualquier inconveniente con ello es quien lo diseñó.


 Alguien que diseña ropa de invierno para ser usada en entornos fríos consideraría una grosería si fuese usada para nadar en la playa, al igual que puede diseñar trajes de baño para verano, pero nunca para ser usados en tiempos de frío. 

Dios nos creó con un propósito, y El está más interesado en que nosotros lo comprendamos que nosotros mismos.

¿Cuál es la voluntad de Dios?

1 tesalonisences 4: 3 La voluntad de Dios es vuestra Santificación.

La santificación es un tema muy amplio, pero Dios nos provee 4 columnas que si mantenemos con perseverancia y compromiso, conoceremos muy pronto la razón por la que fuimos creados, y no sólo eso, éstas nos mantendrán creciendo hasta alcanzarlo.

Al descuidar cualquiera corremos peligro de alejarnos o retardar nuestro propósito.

1) Vida de oración: Comunión diaria con tu creador. El Apóstol Pablo decía "Yo vivo en el Espíritu de Oración", es decir, vivía en comunión constante con el Señor. 

Es más que sólo hablar con Dios, es también callar para escucharlo a El. Comienza como un deber, se hace una disciplina y luego se convertirá en un placer.

2) Ayuno (debilidades voluntarias):  Yo digo que el ayuno es acercarse a la muerte para recibir el poder de la resurrección. Sensibiliza nuestro corazón a la voz de Dios y expone nuestro corazón ante nuestros propios ojos (A veces ante los ojos de los demás también), dejándonos conocer en que etapa del camino nos encontramos, y que áreas necesitan con urgencia la obra transformadora del Espíritu Santo.

3) Escudriñar la palabra: 
"Conocimiento trae sabiduría y el principio de ésta es el temor del Señor". Podemos decir que tememos Al Señor en base al conocimiento que manejamos acerca de El.
La santidad está basada en el Temor del Señor, por ello es importante conocerle.
No basta con sólo leerla sino indagar y perseguir el corazón de tu creador, conociendo sus emociones y prioridades detrás de cada verso.

4) Mantenerme unido a una comunidad (Iglesia)
Esta no pareciera a simple vista pero es la más difícil de todas. En un mundo individualista, basado en una sabiduría egoísta y egocéntrica, es un gran reto amar y depender del acuerdo de un grupo de personas completamente diferentes. Para permanecer en comunión con otras personas es necesario morir a la carne. Hay cosas de las que tú nunca quisieras que tus hermanos se enteraran y otras de las que no te gustaría enterarte, pero sólo allí hay crecimiento.

 Todos mantenemos caretas religiosas porque tememos mostrar quienes somos en verdad, pero sólo tendremos crecimiento al exponer las debilidades ante una comunidad que muy posiblemente te hiera, pero donde encontrarás personas usadas por Dios que te ayudarán a crecer en esas áreas, muchas veces esto es inconscientemente, y es verdaderamente abrazar la cruz.

Es muy fácil aislarnos y pretender correr nuestra carrera solos, porque el mundo que nos rodea, y nuestra propia naturaleza se opone al diseño de Dios para nosotros, que es simple pero dificilísimo, "Habitar los hermanos juntos en Armonía" (Salmos 133).


Al descuidar cualquiera de estas 4 corremos peligro de alejarnos o estorbar nuestro propósito.

Para entender el propósito, la voluntad de Dios para tu vida debes dejarle a El renovar tu mente. Es imposible hacer una conexión con un propósito eterno con una mente amoldada a un sistema pasajero y perecedero.

Cuando tu y yo no entendemos algo que está pasando a nuestro alrededor, y cuestionamos a Dios con frases como "¿Señor dónde estas?", "¿Cómo puede ser esto posible?", es una alarma que suena fuerte ante nuestros propios oídos, y pocas veces nos percatamos de que esa alarma nos anuncia que hemos estancado, y atascado nuestra mente en este siglo.
Pero Si le dejamos transformar nuestra mente, de seguro entenderemos cuál es su voluntad: buena, agradable y perfecta.

Romanos 12: 2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 



El Señor es el Dios de los siglos, El sabe perfectamente que hacer y sus planes para ti son esperanzadores. En El no hay mudanza ni sombra de variación.

Jeremías 29: 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Si tú esperas que Dios cumpla su propósito en ti a toda costa, hay buenas noticias, El lo hará!



Visión vs Administración
No sólo debe existir una visión renovada que crezca con el tiempo, debemos tener una muy buena administración de nuestro tiempo y ocupación, para tomar decisiones correctas que nos impulsen a avanzar en el cumplimiento de la visión.

Lucas 9: 23 Y decía a todos (Jesus): Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

No se fije tanto en sus debilidades, no existen las personas perfectas… las que triunfan y tienen éxito han cultivado a través de sus errores tres habilidades: constancia, perseverancia y sobre todo mucha humildad.