lunes, 16 de febrero de 2015

¿Cuál es mi propósito en la vida?

¿Cuál es mi propósito en la vida?

Una de las características de las personas triunfadoras es que sus metas son grandes, siempre tienen una amplia expectativa de lo que alcanzarán y recibirán. El tamaño de tu visión será el techo con el que te encontrarás siempre. Si apuntas hacia atrás es imposible que dispares hacia delante.

El propósito es otorgado por el creador.

Si tienes algún problema con tu reloj, de seguro no vas a ir a la tintorería para que lo reparen o te enseñen a usarlo, la persona más indicada para resolver cualquier inconveniente con ello es quien lo diseñó.


 Alguien que diseña ropa de invierno para ser usada en entornos fríos consideraría una grosería si fuese usada para nadar en la playa, al igual que puede diseñar trajes de baño para verano, pero nunca para ser usados en tiempos de frío. 

Dios nos creó con un propósito, y El está más interesado en que nosotros lo comprendamos que nosotros mismos.

¿Cuál es la voluntad de Dios?

1 tesalonisences 4: 3 La voluntad de Dios es vuestra Santificación.

La santificación es un tema muy amplio, pero Dios nos provee 4 columnas que si mantenemos con perseverancia y compromiso, conoceremos muy pronto la razón por la que fuimos creados, y no sólo eso, éstas nos mantendrán creciendo hasta alcanzarlo.

Al descuidar cualquiera corremos peligro de alejarnos o retardar nuestro propósito.

1) Vida de oración: Comunión diaria con tu creador. El Apóstol Pablo decía "Yo vivo en el Espíritu de Oración", es decir, vivía en comunión constante con el Señor. 

Es más que sólo hablar con Dios, es también callar para escucharlo a El. Comienza como un deber, se hace una disciplina y luego se convertirá en un placer.

2) Ayuno (debilidades voluntarias):  Yo digo que el ayuno es acercarse a la muerte para recibir el poder de la resurrección. Sensibiliza nuestro corazón a la voz de Dios y expone nuestro corazón ante nuestros propios ojos (A veces ante los ojos de los demás también), dejándonos conocer en que etapa del camino nos encontramos, y que áreas necesitan con urgencia la obra transformadora del Espíritu Santo.

3) Escudriñar la palabra: 
"Conocimiento trae sabiduría y el principio de ésta es el temor del Señor". Podemos decir que tememos Al Señor en base al conocimiento que manejamos acerca de El.
La santidad está basada en el Temor del Señor, por ello es importante conocerle.
No basta con sólo leerla sino indagar y perseguir el corazón de tu creador, conociendo sus emociones y prioridades detrás de cada verso.

4) Mantenerme unido a una comunidad (Iglesia)
Esta no pareciera a simple vista pero es la más difícil de todas. En un mundo individualista, basado en una sabiduría egoísta y egocéntrica, es un gran reto amar y depender del acuerdo de un grupo de personas completamente diferentes. Para permanecer en comunión con otras personas es necesario morir a la carne. Hay cosas de las que tú nunca quisieras que tus hermanos se enteraran y otras de las que no te gustaría enterarte, pero sólo allí hay crecimiento.

 Todos mantenemos caretas religiosas porque tememos mostrar quienes somos en verdad, pero sólo tendremos crecimiento al exponer las debilidades ante una comunidad que muy posiblemente te hiera, pero donde encontrarás personas usadas por Dios que te ayudarán a crecer en esas áreas, muchas veces esto es inconscientemente, y es verdaderamente abrazar la cruz.

Es muy fácil aislarnos y pretender correr nuestra carrera solos, porque el mundo que nos rodea, y nuestra propia naturaleza se opone al diseño de Dios para nosotros, que es simple pero dificilísimo, "Habitar los hermanos juntos en Armonía" (Salmos 133).


Al descuidar cualquiera de estas 4 corremos peligro de alejarnos o estorbar nuestro propósito.

Para entender el propósito, la voluntad de Dios para tu vida debes dejarle a El renovar tu mente. Es imposible hacer una conexión con un propósito eterno con una mente amoldada a un sistema pasajero y perecedero.

Cuando tu y yo no entendemos algo que está pasando a nuestro alrededor, y cuestionamos a Dios con frases como "¿Señor dónde estas?", "¿Cómo puede ser esto posible?", es una alarma que suena fuerte ante nuestros propios oídos, y pocas veces nos percatamos de que esa alarma nos anuncia que hemos estancado, y atascado nuestra mente en este siglo.
Pero Si le dejamos transformar nuestra mente, de seguro entenderemos cuál es su voluntad: buena, agradable y perfecta.

Romanos 12: 2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 



El Señor es el Dios de los siglos, El sabe perfectamente que hacer y sus planes para ti son esperanzadores. En El no hay mudanza ni sombra de variación.

Jeremías 29: 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Si tú esperas que Dios cumpla su propósito en ti a toda costa, hay buenas noticias, El lo hará!



Visión vs Administración
No sólo debe existir una visión renovada que crezca con el tiempo, debemos tener una muy buena administración de nuestro tiempo y ocupación, para tomar decisiones correctas que nos impulsen a avanzar en el cumplimiento de la visión.

Lucas 9: 23 Y decía a todos (Jesus): Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

No se fije tanto en sus debilidades, no existen las personas perfectas… las que triunfan y tienen éxito han cultivado a través de sus errores tres habilidades: constancia, perseverancia y sobre todo mucha humildad.



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